domingo, 29 de enero de 2012

De ruta por el Castillo de Azagala (Alburquerque)

Castillo de Azagala

Invierno atípico en Extremadura. Sol y temperaturas primaverales que invitan a disfrutar de la naturaleza. Por eso aceptamos la invitación de Miguel y María (Winxitours) para aventurarnos por la dehesa extremeña y las estribaciones de la Sierra de Los Santiago. Con Alburquerque como punto de partida salimos en dirección Cortijo Los Cantos; en unos 7 kms nos encontramos con la indicación a la izquierda "Castillo de Azagala". Éste será el punto de partida de nuestra ruta.


El recorrido puede hacer circular o ida/vuelta por el mismo sendero. Nosotros optamos por la segunda opción. En total, unos 25 kms de caminata, con subidas, bajadas, pequeños arroyos, encinas, alcornoques, jaras, cerdos ibéricos y vacas "made in Extremadura". En wikiloc podéis ver varias modalidades de este mismo paseo.

Hacia el Castillo

Vale la pena perderse una buena jornada bocata en mochila por este sendero y disfrutar de las vistas del Castillo de Azagala, situado en las colas del Pantano de Peña del Águila. Es un lugar ideal para los amantes del "birding" (se pueden ver de cerca el águila imperial ibérica, buitres, alguna cigüeña negra...) e incluso puedes escuchar los gruñidos de los jabalíes o la berrea del ciervo en época de apareamiento. 

La fortaleza de Azagala data del siglo XIII y según su historia pertenecía a la Orden de Alcántara. Es de propiedad privada y, desgraciadamente, se encuentra abandonado a su suerte. Su acceso principal está forzado y todo el que lo desee puede acceder a las dependencias del castillo, lo que ha provocado importantes daños y sustracciones de mobiliario, además del deterioro natural por el paso del tiempo sin mantenimiento alguno. 

Vista desde el Castillo de Azagala

Subir a una de sus torres es casi una aventura de misterio. Pero una vez arriba, es el lugar perfecto para abrir la mochila y disfrutar de la comida. Volveremos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ericeira: Mucho más que una playa para surfistas

Escapada de fin de semana
Praia dos Pecadores (Ericeira)


Ficha del Viaje:

Recorrido:
Badajoz (ESP) -> Ericeira (POR)  | Ericeira (POR) -> Badajoz (ESP)
Fecha: 11/07/2010 - 13/07/2010
Grupo: 4 personas (Miguel, María, Cristina y Jorge)

Dia 1: BADAJOZ-ERICEIRA

Viernes a mediodía. Nos llamamos y decimos... "¿qué, nos escapamos algún lado?". "Hay un sitio con buena pinta que tengo ganas de ir al norte de Lisboa, Ericeira..." Así empezó este miniviaje de fin de semana. Conocía el lugar de un regalo que hicimos a mis padres en su aniversario del que acabaron contentos, pero no lo había experimentado en primera persona.

Ericeira es una pequeña localidad lusa eminentemente pesquera, que ha pasado a ser en los últimos años uno de los lugares de veraneo más demandados por el turismo lisboeta y por miles de turistas amantes del surf, que han reconocido en sus playas una "mina" de olas. A pesar de ello, su casco urbano y parte de sus playas siguen conservando esa raíz marinera y aún es posible respirar ese ambiente en el mercado diario de pescado, carne, frutas, verduras y flores que hay a pocos metros del puerto y de la Praia dos Pescadores.


Calles de Ericeira


Llegar a Ericeira desde Badajoz es bien sencillo. Pasado el Puente Vasco da Gama mantenemos la dirección hacia la Autoestrada do Oeste (IC1) y en apenas dos horas y poco, si no pillas tráfico, estás en la costa. Eso sí, pagando una buena suma en peaje, en torno a 25 euros. También se puede hacer el recorrido por carretera convencional, con mucho más tráfico, pero igual de sencillo, ya que debemos tener siempre como referencia la localidad de Mafra.

Antes de anochecer llegamos a nuestro destino. Cinco minutos antes de nuestra partida habíamos reservado bungalow en el camping de la localidad en Booking.com. Las fotografías hacen honor a lo que se ofrece. No sabemos si se equivocaron o no tenían bungalows de cuatro plazas, el caso es que nos dieron uno de seis. Estructura de  madera, rodeado por jardín, con todos los detalles (tv en salón y habitaciones, menaje, utensilios de cocina, plancha...) e incluso una barbacoa individual. Un sitio genial para pasar un fin de semana o una semana entera con la familia o amigos por unos 20 euros por persona y noche.

Bungalow en Parque de Campismo de Mil Regos (Ericeira)

Tras dejar las mochilas y descubrir todos los secretos que escondía nuestro "chalé" en cada mueble que abríamos, corrimos al supermercado "Mini-preço" ubicado en la carretera de circunvalación para comprar algo para cenar. En el camping también hay un mini-mercado, pero estaba ya "fechado". Apenas pudimos ver más de Ericeira esa noche.

Dia 2: PRAIA DA RIBEIRA DAS ILHAS - ERICEIRA - PRAIA DO SUL

El sábado amaneció totalmente despejado. Corría una brisa que invitaba a llevarse algo de abrigo. Aquí siempre hace frió, estamos en el Atlántico", decía alguna. Desde el camping, apenas a un kilómetro hacia el norte nos encontramos con la Praia da Ribeira das Ilhas, considerada como una de las mejores playas de Europa para la práctica del surf y del bodyboard. Con deciros que desde 1985 es sede de una etapa del campeonato mundial del surf, os podéis imaginar el ambiente al bajar a la arena. Está encajada en un valle entre grandes acantilados, con un mirador espectacular hacia el Atlánticos y varios bares que le dan una animación especial. Para los surfistas es una playa genial, pero para simples bañistas como nosotros... es difícil "mojarse el culo" entre las rocas y piedras de la orilla.

Praia da Ribeira das Ilhas (Ericeira)

Vista desde el Largo de Sao Sebastiao
A mediodía cogimos de nuevo rumbo a Ericeira y, poco después del camping, dejamos el coche en el Centro Comercial Sao Sebastiao, inicio del casco de Ericeira. En frente, el mirador en el Largo de Sao Sebastiao con la Praia do Norte o do Algodio justo a nuestra izquierda. Bonito paisaje.

Nos adentramos en este pueblecito de casa blancas y azules y suelo empedrado. Todas las calles nos llevan hacia el puerto y la Praia dos Pescadores. Las barcas conviven con los bañistas en una playa con menos oleaje de lo habitual gracias al espigón de piedras que dibuja este pequeño golfo. Vale la pena perder unos minutos en contemplar el paisaje, tirar unas fotografías o tomarse un café o un refresco en uno de los numerosos bares que enmarcan el borde del acantilado.

Desde esta playa, convertida en "centro ciudad", salen diversas calles con inmobiliarias, pastelerías, comercios de decoración y souvenirs, etc. Entre ellos, unas pequeñas fuentes ornamentales que en otra época abastecían de agua potable a los lugareños y ahora refrescan a los turistas. Preguntamos por el mercado y amablemente nos indicaron la dirección. Típico mercado, con pescado fresco en la planta baja (las mujeres de los pescadores vendían las sardinas, carapaus, doradas... capturadas por sus maridos), y carne,verduras, frutas y flores en el primer piso. Queríamos mimetizarnos con el ambiente y compramos sardinas y pollo, productos típicos de la gastronomía lusa. La barbacoa de nuestro bungalow nos esperaba.

Volvimos al camping y comimos. No hay nada mejor que una barbacoa con vistas al mar. Sin siesta, cogimos de nuevo el coche para pasar la tarde en la Praia do Sul. El hotel Vila de Ericeira preside esta playa. Desde él, un paseo marítimo empedrado bordea la arena. Son muchos los bañistas que aquí se concentran en la zona que el mar se le antoja dejar al descubirto. Cerca del hotel, las olas rompen con fuerza sobre las rocas y es fácil que acabes mojado si estás tomando un café en una de las cafeterías del paseo. Un lugar genial para pasar la tarde tomando el sol y dándote unos buenos baños de agua fresquita.

Dia 3: ERICEIRA-PRAIA DE SAO JULIAO - BADAJOZ


El tiempo cambió y abrimos los ojos con una intensa niebla que ocultaba la costa. Dejamos el camping y probamos a ir hacia el sur esperando que la niebla se disipara. No fue así. Antes de volver a Badajoz, paramos unas hora sen la Praia de Sao Juliao. Una playa grande (para las calitas que se encuentran en esta zona), con mucho encanto y cientos de surfistas que calentaban en la orilla y desaparecían pocos metros después dentro del agua.

Y esta fue nuestra escapada para casi cerrar uno de los veranos más calurosos de nuestra vida. ¡Esperamos que os haya gustado!

jueves, 24 de diciembre de 2009

Londres, capital del mundo


 

Ficha del Viaje:
Recorrido:
Badajoz (ESP) -> Faro (POR) -> Londres (UK) | Londres (UK) -> Faro (POR) -> Badajoz (ESP)
Fecha: 04/12/2009 - 09/12/2009
Grupo: 4 personas (Celso, Vanessa, Cristina y Jorge)

Dia 1: PREVIAJE, NOCHE EN LA ANTILLA (HUELVA):

Nuestro viaje comienza como siempre en Badajoz. Salimos de nuestros trabajos para afrontar el puente de la Constitución en la capital de Inglaterra. Nuestro vuelo de Easyjet sale de Faro a las 10.00 h (POR), por lo que decidimos hacer noche en casa de unos familiares en LA ANTILLA (HUELVA).

Día 2. LA ANTILLA-FARO-LONDRES

Volamos con Easyjet desde Faro. Con mes y medio/dos meses de antelación el billete nos costó 54 euros, una ganga, con la seguridad y confianza que se ha ganado (en nuestro caso) la compañía irlandesa en otros desplazamientos. Nuestro vuelo sale a las 11.00h (POR), por lo que decidimos desayunar en el camino LA ANTILLA-FARO (70 kms) para llegar al centro del Algarve sobre las 09.00h. Siguiendo indicaciones de centro cuidad, llegamos fácilmente a la Avenida da República, artería principal del municipio, desde donde cogeremos un bus urbano que nos lleve al Aeropuerto.

En verano será difícil aparcar por la zona por el turismo, pero nosotros no tuvimos problemas en diciembre. Id hacia el final de la avenida, después del puerto, y os encontraréis a la izquierda con un parking gratuito, el resto es zona "azul". Si lo preferís, continuad un poco más y aparcad en un centro comercial. Tiene una parada de bus justo en frente.

El bus que nos lleva al Aeropuerto es de la empresa EVA Transportes, el número 16, y tarda unos 20 minutos en llegar a la terminal. Son un poco antiguos y no tienen buen aspecto, pero te hacen el apaño. El billete de ida cuesta 1,65 euros y se paga en el autobús. En la imagen podéis ver el recorrido y los horarios.
El bus nos deja en la única terminal del aeropuerto de FARO, muy utilizado por las compañías de bajo coste para conexiones con Reino Unido y Centroeuropa. En verano el movimiento en mucho mayor, aunque el trasiego de viajeros en diciembre es ya considerable. Se nos hizo pesado pasar por el control de seguridad por la cola que había. Sólo funcionaban dos de los cuatro o cinco accesos existentes. Una vez pasado el control, apenas tuvimos que esperar 20 minutos para el embarque. Llevábamos una mochila de 40 litros del Decathlon que nos valía como equipaje de mano.

Antes de embarcar, tuvimos el típico jaleo del Speedy boarding de Easyjet. Os aconsejamos siempre hacer el check in por Internet cuanto antes para así embarcar de los primeros... y colocaros estratégicamente cerca del grupo de familias con niños... tienen preferencia. Así entramos de los primeros y tuvimos asientos de ventanilla.

El vuelo, perfecto. Llegamos al aeropuerto de LUTON y estaba muy nublado, amenazando lluvia. Esta terminal es pequeña y parece más un aeropuerto comercial que de pasajeros, pero pasamos muy poco tiempo en él. Tened en cuenta siempre el tiempo que se pierde en los controles de seguridad, que para entrar en Reino Unido suelen ser exhaustivos. Los ciudadanos europeos sólo deben presentar el DNI, pero aseguraros de que esté en regla porque os podéis encontrar con alguna sorpresa.

El siguiente paso es el traslado a la urbe. Nosotros habíamos comprado el billete de bus LUTON-LONDRES por Internet, con EASYBUS (http://www.easybus.es/). Existen otras compañías como Terravisión (http://www.terravision.eu/spagnolo/default.html) o Greenline (http://www.greenline.co.uk/), pero Easybus es más barato si lo haces con un poquito de tiempo. A nosotros nos costó 7,5 libras. Tienen un acuerdo con Greenline, de modo que te puedes montar en ambos. Justo al salir de la terminal vimos aparcado el bus y era de los nuestros. Iba lleno, casi todos españoles. En 1h 20min aproximadamente estábamos en Londres. Nosotros nos paramos en Baker Street, y no bajamos hasta Victoria Station porque nos caía mejor la primera. Baker Street es la calle donde se encuentra la casa de Shelock Holmes, personaje ficticio creado en 1887 por Sir Arthur Conan Doyle, que era un "detective asesor" del Londres de finales del siglo XIX. En donde se dice que vivía hay un museo.

Sin mapa de la ciudad nos aventuramos dirección este hacia el barrio de Bloomsbury, donde estaba nuestro alojamiento, el Generator Hostel London. Desde Baker Street no tiene pérdida, todo recto por Marylebone Road (dejas a la izquierda Regents Park) y Euston Road; antes de llegar a St Pancras Station, giras a la derecha por Judd Street y ya casi estás. Pregunta en algún local y te ayudarán, porque buscando por la calle (Travistock Place) puedes perderte, hay varias zonas con el mismo nombre (Travistock street, road, place, way...). Nosotros nos perdimos un poco y decidimos parar para comer a las 16.00h en un McDonalds de Warren Street. Como curiosidad, el precio de los productos del Mcdonalds es algo más bajo en Inglaterra que en España. Con 10 euros por pareja nos tomamos un menú grande cada uno y una cheeseburguer adicional.

Sobre el GENERATOR HOSTEL LONDON. El hostel lo reservamos por internet a través de Booking (http://www.booking.com); con la reserva nos pusimos en contacto con ellos por correo electrónico y nos resolvieron todas las dudas. Reservamos una habitación privada con dos literas, baño compartido y desayuno incluido, todo por alrededor de 23 libras por persona/día. Lo mejor de la zona en relación calidad-precio. Nos dieron la habitación 529. Pequeñita pero limpia, con ropa de cama adecuada. Además, el baño al lado. Si buscas lujo, aquí no lo encontrarás, pero para dormir "low-cost" es perfecto. El hostel tiene aspecto de tienda "movistar" por los colores azul-verde y un gran ambiente internacional, con gente joven y no tan joven. El desayuno poco variado pero "come-cuento-puedas": tostadas de pan de molde con mantequilla y mermeladas varias, cereales de varios tipos, zumos (de polvo, claro), café y té. El hostel tiene otros servicios como Internet (de pago), lavandería, guadaequipajes, una discoteca con buenos precios (abierta hasta las 2.00h) y otras zonas que estaban en obras.
Descansamos un poquito tras instalarnos y sobre las 18.00h decidimos ir a dar una vuelta por el centro. Hacía un día de perros, con viento y lluvia, pero nos aventuramos a ello. Con mapa en mano nos dimos un paseo por el barrio chino (SOHO), PICADILLY CIRCUS y TRAFALGAR SQUARE. Era sábado y había mucho ambiente, todo decorado con motivos navideños. Cenamos en un sitio de comida asiática take-away, una caja con tallarines y pollo agridulde por 4 libras. Muy bueno. Después, decidimos volver para acostarnos pronto y coger fuerzas para el día siguiente.

Picadilly Circus
DIA 2. LONDRES: CANDEM TOWN


Es domingo y nos han comentado que vale la pena perderse en los mercados de Candem Town. Compramos el ticket de un dia del bus por 3,80 libras. Si no tienes prisa, recomiendo el bus al metro. Más barato y vas viendo cosas. El ticket de un día desaparecerá en 2010 y en su lugar pondrán la tarjeta Oyster, similar las que hay en España de recargar y consumir según los viajes que hagas. Cerca del hostel, en Woburn Place, cogemos el bus num 168 en dirección a Candem Town. En 15 minutos, nos bajamos en la parada Candem Market. Aún es pronto, ha salido el sol, apenas hay gente y pocos establecimientos abiertos.

Stables Market, en Candem Town

Nos metemos en el Stables Market, unas antiguas caballerizas reconvertidas a mercado con tiendas de regalos, antigüedades, decoración, ropa... muy bonito. Este mercado se conecta con otro, The Interchange, en el que funciona aún el trueque o donde puedes intentar vender o intercambiar algunas de tus pertenencias. Junto a los puestos discurre en Regent Canal, por el que navegan pequeñas embarcaciones que dan un aire "veneciano" a este punto. Bajando un poco el río, nos topamos con Candem Street, la calle en la cual están todas las tiendas de souvenirs, ropa, calzado, complementos... con muy buenos precios. Cientos y cientos de personas visitan esta calle el domingo, vale la pena sumergirse entre en gentío para disfrutar de una amena jornada de compras londinenses.

Llegó la hora de comer y en la cabecera de Camden Street se extiende una curiosa zona de "comida rápida" internacional: fish and chips, mexicano, thai, chino, pizza, kebab... la ración ronda las 4-5 libras. Coges tu caja y te la llevas a las mesas frente al lago, cuyos asientos son antiguas motos Vespa reutilizadas para la ocasión. Todo un alarde de originalidad.

Comer sobre una vespa en Candem Town
Comidos, bebidos y satisfechas nuestras necesidades de compras, cogimos el bus de vuelta al centro. Ahora tocaba visita al British Museum, uno de los museos más importantes del mundo. Sin duda, un aficionado a la Historia de la Humanidad encontrará en este espacio grandes múltiples motivaciones que le llevarían a pasar días enteros o incluso semanas para desmenuzar el contenido de la muestra. Nosotros estábamos cansados de la caminata mañanera y nuestro objetivo fue Egipto, sus momias y sarcófagos. Sin duda el British es otro de los puntos de obligada visita de Londres, no sólo por los objetos de la exposición, sino por la belleza del edificio en su interior. ¡Es gratuito! En Inglaterra se considera que los bienes culturales deben estar accesibles a todo el mundo.


A las puertas del British Museum

Como no teníamos más espíritu museísico, nos fuimos a Hyde Park a que nos diera el aire (y el frío). Lo cierto es que coincidimos con una feria navideña con casetas, tiovivos, atracciones y noria y el parque estaba más que animado. Había anochecido y apenas eran las 17.00h. El paseo nos dejó a la orilla del lago Serpentine. Espectacular lugar, visita obligadísima. Desde ahí decidimos andar un poquito más hacia Knightbridge y, de paso, entrar en los famosos almacenes HARRODS. No deja de ser un Corté Inglés más, pero con detalles curiosos como una escalera totalmente ambientada con motivos egipcios, una soprano ofreciendo un concierto en un balcón de esas mismas escaleras o la estatua que recuerda a Lady Di y Doddy Alfayette como unas "víctimas inocentes". A la salida nos esperaba un Starbuks Coffee para hacer un alto en el camino.

Con las pilas recargadas cogimos el bus y nos plantamos en Covent Garden, una plaza-mercado con mucho  encanto. Diversos pubs y algunos artistas callejeros daban ambiente a un lugar que a buen seguro durante las mañanas debe tener movimiento, por lo que es recomendable ir en horario matinal. Nuestro segundo día en Londres tocaba a su fin. Nos fuimos al hostel a dormir, nos lo habíamos merecido.

Día 3. LONDRES: BUCKINGHAM PALACE, WESTMINSTER

Tercera jornada en Londres y hoy desayunabamos con la "Reina Madre". Cogimos el bus en Bloomsbury y nos plantamos en Hyde Park Corner. Bajamos por Constitution Hill y allí estaba la entrada de la casa de la Reina de Inglaterra, Buckingham Palace... con cientos de turistas esperando en sus alrededores al cambio de guardia ¡dos horas antes!. Para no ser menos, fuimos cogiendo sitio. En invierno, los cambios de guardia se hacen a las 11.30h los días impares. Es un acto curioso, pero para verlo cómodo. Apretado entre la gente y peleándote por ver a los guardias, acabas por perder poco a poco el interés. Bonitos trajes y curiosa parafernalia escénica. Pero aguantamos hasta casi el final. Lo que atrajo nuestra atención poco después fueron las ardillas de Green Park. Son confiadas y se acercan a las personas. Su forma de correr y el hambre que tienen te hace pasar un rato gracioso y entretenido.

Green Park
Seguimos por la senda verde del St James Park, con un bonito lago lleno de vida, para llegar a la zona de Wesminster, donde se ubica la abadía que lleva ese nombre, el Parlamento inglés y el conocido Big Ben. Hacía un tiempo poco apacible que no invitaba a detenerse más de lo necesario para observar los detalles del edificio. No entramos en la abadía porque había una cola importante. Costaba 15 libras, pero según cuentan, bien merece la pena. Nosotros decidimos continuar nuestro camino. Cruzamos el Wesminster Bridge y nos hicimos las correspondientes fotos con las Houses of Parlament y el Big Ben de fondo. Vimos la famosa noria de London Eye y nos acercamos a la estación de trenes de Waterloo para comer. El tiempo empeoró y decidimos dar una vuelta por Londres en bus. Nuestro destino fue Chelsea, barrio del suroeste de Londres de buena reputación. Poco pudimos ver, había anochecido y llovía mucho. Decidimos volver y comprobar cómo se ve el Tower Bridge de noche. El tiempo nos dio una tregua y el puente nos impresionó, espectacular arquitectura y bonita iluminación. Tras las fotos de rigor volvimos a Trafalgar Square para cenar antes de volver a la habitación a descansar.

Día 4. LONDRES


Salió el sol y había que aprovecharlo para hacer fotos en aquellos lugares en los que habíamos estado de noche o en los que la luz del sol nos diera un matiz especial. Por ello nos acercamos a Regent's Park, pulmón del norte de Londres que alberga los bonitos jardines de la reina Mary y un amplio complejo deportivo con una decena de campos de fútbol o otras canchas de diversas modalidades. En este parque también está el Zoo de Londres, visita obligada si viajáis con niños pequeños que no tengan suficiente con las ardillas.

Traffagar Square
Nos trasladamos a Traffalgar Square para hacernos las fotos con los simbólicos leones para marcharnos posteriormente al puente de la Torre de Londres. En su interior, alberga un museo con motivos militares y puedes disfrutar de las panorámicas desde su parte más alta. Nos entretuvimos demasiado con el puente y cuando nos dimos cuenta, era la hora de comer, así que pasado el puente encontramos un restaurante italiano. La comida estuvo correcta, teníamos hambre. Cuando salimos, ¡ya era de noche! las 16.00h... y cuál fue nuestra sorpresa cuando quisimos entrar a la Torre de Londres y... ¡ya estaba cerrada! no llegamos por 5 minutos. Sin duda, es otro de los puntos fuertes de la capital londinense. Otra vez será.

Mención especial merece el barrio financiero que rodea a la Torre de Londres, un compendio de edificios acristalados, sin persianas o cortinas, que ofrecen una curiosa vista cuando las oficinas se encuentran iluminadas. Volvió la lluvia y nos limitamos a disfrutar de los alrededores de Picadilly Circus hasta que acabó el día. A las 21.00h aproximadamente cogimos nuestras mochilas que amablemente nos habían guardado en el hostel y volvimos a la parada de Terravisión, a las puertas del barrio financiero. Tras una larga espera y una animosa charla con un trabajador italiano seguidor del Milan, llegamos al aeropuerto de London Stansted cerca de la media noche. Nos buscamos un buen hueco para echar una cabezada ya que nuestro vuelo salía a primera hora, a las 6.00h.

Día 5. LONDRES-FARO


Entrada al aeropuerto London Stansted

La vuelta, sin problema alguno, aterrizamos en Faro y de vuelta a casa cargados de fotos y con una sensación común... ¡Volveremos!