Ficha del Viaje:
Recorrido:
Badajoz (ESP) -> Faro (POR) -> Londres (UK) | Londres (UK) -> Faro (POR) -> Badajoz (ESP)
Fecha: 04/12/2009 - 09/12/2009
Grupo: 4 personas (Celso, Vanessa, Cristina y Jorge)
Dia 1: PREVIAJE, NOCHE EN LA ANTILLA (HUELVA):
Nuestro viaje comienza como siempre en Badajoz. Salimos de nuestros trabajos para afrontar el puente de la Constitución en la capital de Inglaterra. Nuestro vuelo de
Easyjet sale de
Faro a las 10.00 h (POR), por lo que decidimos hacer noche en casa de unos familiares en LA ANTILLA (HUELVA).
Día 2. LA ANTILLA-FARO-LONDRES
Volamos con Easyjet desde Faro. Con mes y medio/dos meses de antelación el billete nos costó
54 euros, una ganga, con la seguridad y confianza que se ha ganado (en nuestro caso) la compañía irlandesa en otros desplazamientos. Nuestro vuelo sale a las 11.00h (POR), por lo que decidimos desayunar en el camino LA ANTILLA-FARO (70 kms) para llegar al centro del Algarve sobre las 09.00h. Siguiendo indicaciones de centro cuidad, llegamos fácilmente a la
Avenida da República, artería principal del municipio, desde donde cogeremos un bus urbano que nos lleve al Aeropuerto.
En verano será difícil aparcar por la zona por el turismo, pero nosotros no tuvimos problemas en diciembre. Id hacia el final de la avenida, después del puerto, y os encontraréis a la izquierda con un parking gratuito, el resto es zona "azul". Si lo preferís, continuad un poco más y aparcad en un centro comercial. Tiene una parada de bus justo en frente.
El bus que nos lleva al Aeropuerto es de la empresa
EVA Transportes, el número 16, y tarda unos 20 minutos en llegar a la terminal. Son un poco antiguos y no tienen buen aspecto, pero te hacen el apaño. El billete de ida cuesta 1,65 euros y se paga en el autobús. En la imagen podéis ver el recorrido y los horarios.
El bus nos deja en la única terminal del aeropuerto de FARO, muy utilizado por las compañías de bajo coste para conexiones con Reino Unido y Centroeuropa. En verano el movimiento en mucho mayor, aunque el trasiego de viajeros en diciembre es ya considerable. Se nos hizo pesado pasar por el control de seguridad por la cola que había. Sólo funcionaban dos de los cuatro o cinco accesos existentes. Una vez pasado el control, apenas tuvimos que esperar 20 minutos para el embarque. Llevábamos una mochila de 40 litros del
Decathlon que nos valía como equipaje de mano.
Antes de embarcar, tuvimos el típico jaleo del
Speedy boarding de Easyjet. Os aconsejamos siempre hacer el check in por Internet cuanto antes para así embarcar de los primeros... y colocaros estratégicamente cerca del grupo de familias con niños... tienen preferencia. Así entramos de los primeros y tuvimos asientos de ventanilla.
El vuelo, perfecto. Llegamos al
aeropuerto de LUTON y estaba muy nublado, amenazando lluvia. Esta terminal es pequeña y parece más un aeropuerto comercial que de pasajeros, pero pasamos muy poco tiempo en él. Tened en cuenta siempre el tiempo que se pierde en los controles de seguridad, que para entrar en Reino Unido suelen ser exhaustivos. Los ciudadanos europeos sólo deben presentar el DNI, pero aseguraros de que esté en regla porque os podéis encontrar con alguna sorpresa.
El siguiente paso es el traslado a la urbe. Nosotros habíamos comprado el billete de bus LUTON-LONDRES por Internet, con EASYBUS (
http://www.easybus.es/). Existen otras compañías como Terravisión (
http://www.terravision.eu/spagnolo/default.html) o Greenline (
http://www.greenline.co.uk/), pero Easybus es más barato si lo haces con un poquito de tiempo. A nosotros nos costó 7,5 libras. Tienen un acuerdo con Greenline, de modo que te puedes montar en ambos. Justo al salir de la terminal vimos aparcado el bus y era de los nuestros. Iba lleno, casi todos españoles. En 1h 20min aproximadamente estábamos en Londres. Nosotros nos paramos en Baker Street, y no bajamos hasta Victoria Station porque nos caía mejor la primera.
Baker Street es la calle donde se encuentra la casa de Shelock Holmes, personaje ficticio creado en 1887 por Sir Arthur Conan Doyle, que era un "detective asesor" del Londres de finales del siglo XIX. En donde se dice que vivía hay un museo.
Sin mapa de la ciudad nos aventuramos dirección este hacia el barrio de
Bloomsbury, donde estaba nuestro alojamiento, el
Generator Hostel London. Desde
Baker Street no tiene pérdida, todo recto por
Marylebone Road (dejas a la izquierda
Regents Park) y
Euston Road; antes de llegar a
St Pancras Station, giras a la derecha por
Judd Street y ya casi estás. Pregunta en algún local y te ayudarán, porque buscando por la calle (
Travistock Place) puedes perderte, hay varias zonas con el mismo nombre (Travistock street, road, place, way...). Nosotros nos perdimos un poco y decidimos parar para comer a las 16.00h en un McDonalds de
Warren Street. Como curiosidad, el precio de los productos del Mcdonalds es algo más bajo en Inglaterra que en España. Con 10 euros por pareja nos tomamos un menú grande cada uno y una cheeseburguer adicional.
Sobre el GENERATOR HOSTEL LONDON. El hostel lo reservamos por internet a través de Booking (http://www.booking.com); con la reserva nos pusimos en contacto con ellos por correo electrónico y nos resolvieron todas las dudas. Reservamos una habitación privada con dos literas, baño compartido y desayuno incluido, todo por alrededor de 23 libras por persona/día. Lo mejor de la zona en relación calidad-precio. Nos dieron la habitación 529. Pequeñita pero limpia, con ropa de cama adecuada. Además, el baño al lado. Si buscas lujo, aquí no lo encontrarás, pero para dormir "low-cost" es perfecto. El hostel tiene aspecto de tienda "movistar" por los colores azul-verde y un gran ambiente internacional, con gente joven y no tan joven. El desayuno poco variado pero "come-cuento-puedas": tostadas de pan de molde con mantequilla y mermeladas varias, cereales de varios tipos, zumos (de polvo, claro), café y té. El hostel tiene otros servicios como Internet (de pago), lavandería, guadaequipajes, una discoteca con buenos precios (abierta hasta las 2.00h) y otras zonas que estaban en obras.
Descansamos un poquito tras instalarnos y sobre las 18.00h decidimos ir a dar una vuelta por el centro. Hacía un día de perros, con viento y lluvia, pero nos aventuramos a ello. Con mapa en mano nos dimos un paseo por el barrio chino
(SOHO), PICADILLY CIRCUS y
TRAFALGAR SQUARE. Era sábado y había mucho ambiente, todo decorado con motivos navideños. Cenamos en un sitio de comida asiática take-away, una caja con tallarines y pollo agridulde por 4 libras. Muy bueno. Después, decidimos volver para acostarnos pronto y coger fuerzas para el día siguiente.
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Picadilly Circus |
DIA 2. LONDRES: CANDEM TOWN
Es domingo y nos han comentado que vale la pena perderse en los mercados de
Candem Town. Compramos el ticket de un dia del bus por 3,80 libras. Si no tienes prisa, recomiendo el bus al metro. Más barato y vas viendo cosas. El ticket de un día desaparecerá en 2010 y en su lugar pondrán la
tarjeta Oyster, similar las que hay en España de recargar y consumir según los viajes que hagas. Cerca del hostel, en
Woburn Place, cogemos el bus num 168 en dirección a
Candem Town. En 15 minutos, nos bajamos en la parada
Candem Market. Aún es pronto, ha salido el sol, apenas hay gente y pocos establecimientos abiertos.
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Stables Market, en Candem Town |
Nos metemos en el
Stables Market, unas antiguas caballerizas reconvertidas a mercado con tiendas de regalos, antigüedades, decoración, ropa... muy bonito. Este mercado se conecta con otro,
The Interchange, en el que funciona aún el trueque o donde puedes intentar vender o intercambiar algunas de tus pertenencias. Junto a los puestos discurre en
Regent Canal, por el que navegan pequeñas embarcaciones que dan un aire "veneciano" a este punto. Bajando un poco el río, nos topamos con
Candem Street, la calle en la cual están todas las tiendas de souvenirs, ropa, calzado, complementos... con muy buenos precios. Cientos y cientos de personas visitan esta calle el domingo, vale la pena sumergirse entre en gentío para disfrutar de una amena jornada de compras londinenses.
Llegó la hora de comer y en la cabecera de
Camden Street se extiende una curiosa zona de "comida rápida" internacional:
fish and chips, mexicano, thai, chino, pizza, kebab... la ración ronda las 4-5 libras. Coges tu caja y te la llevas a las mesas frente al lago, cuyos asientos son antiguas motos Vespa reutilizadas para la ocasión. Todo un alarde de originalidad.
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Comer sobre una vespa en Candem Town |
Comidos, bebidos y satisfechas nuestras necesidades de compras, cogimos el bus de vuelta al centro. Ahora tocaba visita al
British Museum, uno de los museos más importantes del mundo. Sin duda, un aficionado a la Historia de la Humanidad encontrará en este espacio grandes múltiples motivaciones que le llevarían a pasar días enteros o incluso semanas para desmenuzar el contenido de la muestra. Nosotros estábamos cansados de la caminata mañanera y nuestro objetivo fue Egipto, sus momias y sarcófagos. Sin duda el
British es otro de los puntos de obligada visita de Londres, no sólo por los objetos de la exposición, sino por la belleza del edificio en su interior. ¡Es gratuito! En Inglaterra se considera que los bienes culturales deben estar accesibles a todo el mundo.
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A las puertas del British Museum |
Como no teníamos más espíritu museísico, nos fuimos a
Hyde Park a que nos diera el aire (y el frío). Lo cierto es que coincidimos con una feria navideña con casetas, tiovivos, atracciones y noria y el parque estaba más que animado. Había anochecido y apenas eran las 17.00h. El paseo nos dejó a la orilla del lago
Serpentine. Espectacular lugar, visita obligadísima. Desde ahí decidimos andar un poquito más hacia
Knightbridge y, de paso, entrar en los famosos almacenes
HARRODS. No deja de ser un Corté Inglés más, pero con detalles curiosos como una escalera totalmente ambientada con motivos egipcios, una soprano ofreciendo un concierto en un balcón de esas mismas escaleras o la estatua que recuerda a
Lady Di y
Doddy Alfayette como unas "víctimas inocentes". A la salida nos esperaba un
Starbuks Coffee para hacer un alto en el camino.
Con las pilas recargadas cogimos el bus y nos plantamos en
Covent Garden, una plaza-mercado con mucho encanto. Diversos pubs y algunos artistas callejeros daban ambiente a un lugar que a buen seguro durante las mañanas debe tener movimiento, por lo que es recomendable ir en horario matinal. Nuestro segundo día en Londres tocaba a su fin. Nos fuimos al hostel a dormir, nos lo habíamos merecido.
Día 3. LONDRES: BUCKINGHAM PALACE, WESTMINSTER
Tercera jornada en Londres y hoy desayunabamos con la "Reina Madre". Cogimos el bus en
Bloomsbury y nos plantamos en
Hyde Park Corner. Bajamos por
Constitution Hill y allí estaba la entrada de la casa de la Reina de Inglaterra,
Buckingham Palace... con cientos de turistas esperando en sus alrededores al cambio de guardia ¡dos horas antes!. Para no ser menos, fuimos cogiendo sitio. En invierno, los cambios de guardia se hacen a las 11.30h los días impares. Es un acto curioso, pero para verlo cómodo. Apretado entre la gente y peleándote por ver a los guardias, acabas por perder poco a poco el interés. Bonitos trajes y curiosa parafernalia escénica. Pero aguantamos hasta casi el final. Lo que atrajo nuestra atención poco después fueron las ardillas de
Green Park. Son confiadas y se acercan a las personas. Su forma de correr y el hambre que tienen te hace pasar un rato gracioso y entretenido.
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Green Park |
Seguimos por la senda verde del
St James Park, con un bonito lago lleno de vida, para llegar a la zona de
Wesminster, donde se ubica la abadía que lleva ese nombre, el Parlamento inglés y el conocido
Big Ben. Hacía un tiempo poco apacible que no invitaba a detenerse más de lo necesario para observar los detalles del edificio. No entramos en la abadía porque había una cola importante. Costaba 15 libras, pero según cuentan, bien merece la pena. Nosotros decidimos continuar nuestro camino. Cruzamos el
Wesminster Bridge y nos hicimos las correspondientes fotos con las
Houses of Parlament y el
Big Ben de fondo. Vimos la famosa noria de
London Eye y nos acercamos a la estación de trenes de
Waterloo para comer. El tiempo empeoró y decidimos dar una vuelta por Londres en bus. Nuestro destino fue
Chelsea, barrio del suroeste de Londres de buena reputación. Poco pudimos ver, había anochecido y llovía mucho. Decidimos volver y comprobar cómo se ve el
Tower Bridge de noche. El tiempo nos dio una tregua y el puente nos impresionó, espectacular arquitectura y bonita iluminación. Tras las fotos de rigor volvimos a
Trafalgar Square para cenar antes de volver a la habitación a descansar.
Día 4. LONDRES
Salió el sol y había que aprovecharlo para hacer fotos en aquellos lugares en los que habíamos estado de noche o en los que la luz del sol nos diera un matiz especial. Por ello nos acercamos a
Regent's Park, pulmón del norte de Londres que alberga los bonitos jardines de la reina Mary y un amplio complejo deportivo con una decena de campos de fútbol o otras canchas de diversas modalidades. En este parque también está el Zoo de Londres, visita obligada si viajáis con niños pequeños que no tengan suficiente con las ardillas.
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Traffagar Square |
Nos trasladamos a
Traffalgar Square para hacernos las fotos con los simbólicos leones para marcharnos posteriormente al puente de la Torre de Londres. En su interior, alberga un museo con motivos militares y puedes disfrutar de las panorámicas desde su parte más alta. Nos entretuvimos demasiado con el puente y cuando nos dimos cuenta, era la hora de comer, así que pasado el puente encontramos un restaurante italiano. La comida estuvo correcta, teníamos hambre. Cuando salimos, ¡ya era de noche! las 16.00h... y cuál fue nuestra sorpresa cuando quisimos entrar a la Torre de Londres y... ¡ya estaba cerrada! no llegamos por 5 minutos. Sin duda, es otro de los puntos fuertes de la capital londinense. Otra vez será.
Mención especial merece el barrio financiero que rodea a la Torre de Londres, un compendio de edificios acristalados, sin persianas o cortinas, que ofrecen una curiosa vista cuando las oficinas se encuentran iluminadas. Volvió la lluvia y nos limitamos a disfrutar de los alrededores de Picadilly Circus hasta que acabó el día. A las 21.00h aproximadamente cogimos nuestras mochilas que amablemente nos habían guardado en el hostel y volvimos a la parada de Terravisión, a las puertas del barrio financiero. Tras una larga espera y una animosa charla con un trabajador italiano seguidor del Milan, llegamos al aeropuerto de London Stansted cerca de la media noche. Nos buscamos un buen hueco para echar una cabezada ya que nuestro vuelo salía a primera hora, a las 6.00h.
Día 5. LONDRES-FARO
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Entrada al aeropuerto London Stansted |
La vuelta, sin problema alguno, aterrizamos en Faro y de vuelta a casa cargados de fotos y con una sensación común... ¡Volveremos!